lunes, 6 de julio de 2009

A propósito del 6 de julio

Tempranísimo, en el Twitter, lo primero que hice fue saludar efusivamente a los maestros en su día; pero no a todos en realidad, sino sólo a unos cuantos. La razón, ellos la conocen de antemano, descansa en lo más profundo de su conciencia. Y es que no todos son buenos maestros (los que no lo son no merecen ser saludados), no todos tienen metas altas para sus estudiantes y no se dan por vencidos con los que van a la zaga en las aulas (y en la vida). No todos tienen objetivos claros, bien escritos y planifican lo que van a enseñar. No todos merecen nuestro aprecio.

Los buenos maestros son los que están preparados y organizados (a pesar de las dificultades que existen en nuestra sociedad). Los que motivan a sus estudiantes y les enseñan diferentes perspectivas. Los maestros eficaces usan los hechos para enseñar, mantienen a los estudiantes interesados en aprender con técnicas variadas, forman relaciones fuertes con sus alumnos y demuestran que les tienen afecto como personas. Los buenos maestros son agradables, accesibles, apasionados, demuestran un compromiso con la escuela y país, son expertos en la materia que enseñan (andan en constante aprendizaje) e inculcan en los estudiantes las ganas de aprender más cosas fuera de los límites de la escuela. Que tengan un feliz día todos los maestros peruanos responsables, coherentes y formadores de conciencia. Feliz Día maestro lector. ¿Y el resto? El resto no merece nuestro saludo (ellos saben por qué); que se superen, que se esfuercen, que mejoren, que lean, y después (de repente) hablamos...

1 comentario:

  1. Había olvidado el día del maestro... realmente, no son tantos los que se merecen un buen saludo.

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