martes, 20 de mayo de 2008

Entrevista a Fernando Cueto

Fernando Cueto pertenece a la nueva generación de escritores que, desde Chimbote, irrumpen para establecer una distinta visión del Perú: la vorágine social.

¿Por qué escribes novelas?
Me permite ejercer plenamente mi libertad. Soy libre de crear historias, explorar las posibilidades que el género ofrece. Mientras escribo, domino el tiempo y poseo el don de la creación, doy vida a mundos y seres que existirán cuando yo ya no esté.

¿Cuántas historias hay en la novela?
En una novela pueden coexistir muchas historias. A una principal pueden acompañar otras menores, sirven para recrear los ambientes y definir a personajes. Llora, Corazón contiene las historias del club de fútbol José Gálvez y de la orquesta salsera Los Rumbaneys. También está la historia del paso de Arguedas por Chimbote para escribir Los Zorros. El nexo de estas historias es una cuarta, la de un grupo de muchachos persiguiendo sus sueños en medio de la vorágine de la vida.

¿Cómo escribes una novela?
Lo primero es tener la historia. Darle mil vueltas y organizarla mentalmente. Después viene la narración, quién contará. Puede ser un personaje, un narrador externo, un testigo omnipresente o una polifonía donde todos cuentan. El narrador es quien le va a dar intensidad a la historia. Luego viene el relato, cómo se va a contar. Es manejar el tiempo y secuencia de la historia, en un discurrir que, para mí, debe tener densidad poética.

¿Has terminado de escribir lo que Arguedas dejó inconcluso?
No. Nadie puede escribir lo que otro no escribió. En Llora, Corazón, siguiendo los lineamientos que Arguedas dejó en su último diario, he ficcionado con el capítulo inconcluso. He tomado una licencia que el género permite para dar un testimonio del afecto de los chimbotanos.

¿Qué piensas de la novelística peruana?
La primera publicación de El Quijote fue remitida al Callao en 1605 y, la novela surgió en el Perú recién a fines del siglo XIX. Es obvio que no hemos novelado nuestros principales procesos históricos; la conquista, la emancipación, la guerra con Chile. Sin embargo, con el aporte de novelistas de la generación del 50, Reynoso, Zavaleta, la novelística se nutrió de nuevas técnicas que sirvieron de base a narradores posteriores, a Vargas Llosa, Bryce. Gracias a ellos, ahora hay una rica, variada y fecunda tradición novelística peruana.

EL DATO

Fernando Cueto (Chimbote – 1964). Publicó Labra Palabra y Raro Oficio (poesía), las novelas Lancha Varada, Llora Corazón. Tiene inédita la novela Días de Fuego.

* Tomado de La Primera.

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