lunes, 24 de diciembre de 2007

Dos poemas de Carpa Grau

Poeta chimbotano Jhon López adelanta dos poemas inéditos de su inminente entrega basada en la música tropical peruana y dedicada a sus principales cultores.









Penal de Lurigancho

haber, ese Neto tiene visita.

Para huir de las respuestas en el tiempo
una vieja ola viene a verme a Lurigancho
una piedra marchita en el apagón
una premeditada derrota
permanentemente en la marea,
hoy es día de visita y
cada fragmento de esa lágrima cercada
como recuerdo ambiguo y vestido por el sol
es fuego encerrado entre grandes animales mudos.

Aquí viene la extinción como piedra de aire
porque un sueño escondido es un dolor
una angustia que forma el corazón
entre constelaciones y basurales
entre días y noches
entre despojos valorativos
que arman los pies
en grandes lágrimas
y otras aguas tentativas
como un hambre tenaz en las estaciones.

Aquí vive peluca
la materia condenada que desconcierta el vuelo de las moscas
la hoja que es argumento de hielo
que no existe
que es pájaro muerto
suspendido en el ojo
cuando es llamado de noche por un silbido negro.

Baja la mañana y saluda con su mano recién desenterrada,

yo mordisqueo un mendrugo,
yo la hija abandonada con cabeza de madre
que preguntaba porque quería ser el doble del mundo,
el botón gris de mi padre
mudo como sangre vegetal y terrestre en el aire y el agua.

A esto entrego el oído y el ojo
mientras
una avalancha de sangre en el cielo
buscó la expiración.

Yo espero a Neto,
yo espero la muerte.


Dile…

al imbatible, Julio Mau

Dile de tu voz que viene a cerrar mi sangramiento,
de esta cárcel de tierra
que aleja tu mano echada en la marea.

Dile de tu cuello como palabra delicada
al color invisible del viento,

cuéntale que estoy lavando tu nombre,
disputándolo a los muertos,
mostrando mi resto coagulado hecho por ti una nave,
dile de los estanques del bosque donde
una boca mueve un ritmo de palabras
una herida de muerte hasta el alma.

Anda, ve y dile, de la sombra que en tu casa crece
de la piedra ante un árbol cuya sombra es mi corazón,
cuéntale de mi noche a menudo
que parte y se va a otras noches para mirar los colores
que huyen y se hacen mañanas.

Dile que cayeron tus pies
ante una canción popular,
cuéntale que los astros
mueren cerca a los veranos
para esperar la mañana.

Anda, ve y dile, que esta sangre calla a los de arriba,
que mi espuma no es de altavoces
sino de una palabra soplada por las olas y las sombras
y la nieve púrpura que se humedece por los aplausos,
anda ve y dile.

3 comentarios:

  1. es inevitable transportarse en los enmarañados juegos de la forma y el verbo,en la exquisitez cristalina q como manatiales fluyen en un libre escape de letras para entregar el mensaje al siguiente chasqui q solo atinara a decir DILE.......tu amigo oscar buenos los poemas

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  2. me parece extraordinaria la última poesia del señor JOHN LÓPEZ,por algo creo yo,estuvo entre el silencio y el olvido, espero tener ya pronto este libro inédito....un abrazo.....josé

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