sábado, 21 de julio de 2007

Carta abierta en defensa del Patrimonio Cultural de Chimbote





Augusto Rubio Acosta *
José Reyes Carranza *

Al Poder Judicial
A la Municipalidad Provincial del Santa
A los Colegios Profesionales
A las instituciones culturales
Al pueblo de Chimbote:

Un auténtico crimen de lesa humanidad ha cometido recientemente en Chimbote el juez del Segundo Juzgado Penal, Jorge Ramos Orrillo, avalado por el Fiscal Decano, Hugo Farro Murillo, al sentenciar a tres años de cárcel más una reparación civil a Jorge Álvarez Bocanegra y Jessenia Béjar Cano (representantes del INC Chimbote), por el supuesto delito de usurpación agravada en “perjuicio” de Carlos Díaz León, quien dice ser presidente de la una facción de Apemipe y que en realidad es el verdadero usurpador de uno de los ambientes de la antigua Estación del Ferrocarril, espacio que ocupó por tantos años sin pagar absolutamente nada y el cual pretende ahora que se le restituya.

Esta insólita sentencia ha sido apelada recientemente por los perjudicados, encontrándose hoy la documentación del caso en manos de la Primera Sala Penal de la Corte Superior de Justicia del Santa, que preside Porfiria Condori Fernández, y que integran los vocales de turno Nilson Espinoza Lugo y Apaza Panuera, quienes ahora tienen la gran responsabilidad de administrar justicia y la obligación de defender el patrimonio cultural de la nación.

Como es por todos conocido (menos por quienes se encargan de “administrar justicia”), la Estación del Ferrocarril fue declarado “Monumento Histórico” y es parte del Patrimonio Cultural de la Nación, mediante la Ley 28296; por lo tanto, sentencias como de las que lamentablemente hoy tenemos que ocuparnos son las que han hecho del Poder Judicial una de las instituciones más corruptas y desprestigiadas del Estado. El Poder Judicial se autocalifica contundentemente mediante fallos errados como el líneas arriba mencionado, como el cáncer del fujimontesinismo que el actual gobierno aprista continúa respaldando, aún cuando esto atenta contra la institucionalidad del país.

A los suscritos nos sorprende que esta sentencia injusta, emitida en mayo pasado, no haya merecido un enérgico pronunciamiento del alcalde provincial, Guzmán Aguirre Altamirano, ni de los colegios profesionales, instituciones sociales y sobre todo, de las instituciones culturales de la ciudad, las mismas que con su desidia sólo contribuyen a legimitimar la impunidad de este atentado a la cultura de nuestro pueblo.

Desde estas líneas exigimos un accionar más vigilante del interés colectivo y el inicio de las medidas cautelares que correspondan a la defensa del patrimonio cultural de la nación. No es posible que cualquier hijo de vecino que sólo busca el beneficio pecuniario pretenda enquistarse en un espacio que le es ajeno por antonomasia, legalidad y sentido común. Ya es hora de que el Poder Judicial dé una clara muestra del cumplimiento de sus elevadas funciones en la administración de justicia. Sólo así se hará merecedor del respeto de los trabajadores culturales y de la ciudadanía en general. Mientras, este lunes por la mañana estaremos respaldando la concentración de actores culturales de Chimbote, quienes se darán cita en la antigua estación del tren para solidarizarse con la defensa de nuestra historia y patrimonio cultural, así como para rechazar toda forma de injusticia. Defendamos la Estación, escribamos la historia.

¡Viva la Estación del Ferrocarril, monumento histórico y bien inalienable que todos debemos proteger!

¡Cárcel para el verdadero usurpador de nuestro patrimonio cultural!

¡Justicia para Jorge Álvarez y Jessenia Béjar!


Chimbote, 22 de julio de 2007

(*) Marea Cultural / Arte & Comunicación.
(**) Biblioteca Popular “Juan Ojeda”.

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